El gobierno de Venezuela, encabezado por Hugo Chávez, promueve una ley para prohibir los videojuegos violentos y los juguetes bélicos a los que acusan de fomentar la delincuencia que impera en el país.
Sólo en Caracas se producen 50 muertes violentas cada fin de semana, lo que ha llevado a esta capital sudamericana a figurar en la lista de ciudades más peligrosas del mundo.
Avalados por algunos estudios psicológicos que aseguran que este tipo de juegos induce conductas violentas, las autoridades venezolanas han tomado la decisión de prohibirlos.
La medida, que entrará en vigor próximamente, ha despertado el rechazo de numerosos aficionados y comerciantes de estos productos, que sostienen que en Venezuela ya existía delincuencia antes de la aparición de este entretenimiento y que además éstos se comercializan en todo el mundo sin que lleven aparejados los niveles de violencia de Caracas.
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